La ascensión de Patios es, desde hace unos cuantos años, una tradición para la gran cantidad de aficionados ciclistas bogotanos de ambos sexos, de todas las edades y condición física, que se obstinan en subir todos los domingos y festivos este puerto de segunda categoría que alcanza los 3.000 metros de altitud.
Vertiente de Bogotá
Es una subida muy regular; siempre en torno al 6-7% con unos pocos descansos. La carretera es de dos carriles con buen asfalto y señalización horizontal. El tráfico de carros y busetas es constante, por lo que es conveniente ir bien aorillados. Todas las mañanas suben numerosos cicloturistas, desde globeros hasta profesionales.
En pleno centro de Bogotá, en el cruce de la Carrera 7 con Calle 84, en una rampa de 100 metros al 9%, inicia la subida de la vertiente oeste, vía municipio de La Calera. Tras cruzar el semáforo en plena rampa que nos permite entrar en la Avenida Circunvalar, sigue un tramo del 6% hasta un corto descanso que antecede a la parte mas dura de la subida. Son 1.8 kilómetros de carretera de cemento fino casi al 7%, con una recta de 250 metros al 9% y cortos tramos con picos del 10%. Tras dejar atrás el mirador de la ciudad, a mano izquierda, la pendiente decrece ligeramente y es posible intuir lo que nos queda en el corte que la carretera realiza en la montaña.
La pendiente se mantiene en torno al 6.5% durante los siguientes dos kilómetros y medio. En el kilómetro 5.5 llega el descanso más largo, donde podemos recuperar el aliento, justo antes de afrontar una rampa de 100 metros al 9-10% en el último kilómetro. Tras superarla solo nos quedará trazar una amplia curva de vaguada a izquierda y estamos a 400 metros del alto. Un pequeño embalaje típico de “globeros up-hill finishers” para pasar bajo el anuncio de tráfico del alto y coronamos.
La pendiente se mantiene en torno al 6.5% durante los siguientes dos kilómetros y medio. En el kilómetro 5.5 llega el descanso más largo, donde podemos recuperar el aliento, justo antes de afrontar una rampa de 100 metros al 9-10% en el último kilómetro. Tras superarla solo nos quedará trazar una amplia curva de vaguada a izquierda y estamos a 400 metros del alto. Un pequeño embalaje típico de “globeros up-hill finishers” para pasar bajo el anuncio de tráfico del alto y coronamos.
Ya está hecho. Ahora podemos sentarnos en los numerosos puestos que encontramos en el alto para disfrutar de una ensalada de frutas, jugos y bebidas refrescantes, riquísimas arepas de queso, dulce de guayaba... o podemos optar por cruzar el peaje del alto (gratuito para ciclistas) bajar hacia La Calera y ascender de regreso la otra vertiente de Patios.

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